Cuando tu bebé comienza a dar sus primeros pasos suele ser un momento de gran alegría y celebración. Se lo cuentas a todo el mundo, felicitas a tu bebé y continuas ayudándolo para que pronto se desenvuelva por si mismo. Pero tarde o temprano nuestro hijo superará todas nuestras aspiraciones convirtiéndose en todo un aventurero de primera categoría. Caminan de aquí para allá explorando todos los rincones y sin duda, esto es algo que en ocasiones, si no tomamos las medidas suficientes, puede ser bastante peligroso.
Por ello, a veces, recurrimos a la compra de vallas o barreras de seguridad, para conseguir que nuestro niño se mueva solamente dentro de un área segura sin puntos de peligro.
Hay dos tipos de vallas en el mercado que están indicadas para esta etapa del bebé. Las que se atornillan a la pared y las que se adaptan a presión, estás últimas suelen ser más baratas.
Cómo elegir bien la valla de seguridad:
- Que se pueda abrir con facilidad. Sobretodo si se encuentra en un espacio muy transitado.
- Los barrotes deben tener una separación máxima de 6 centímetros para que el niño no pueda introducir la cabeza a través provocando posibles accidentes.
- Asegúrate de que el producto cumple las normas europeas para artículos de uso y cuidado infantil (Comité Europeo de Normalización CEN/TC 252).
- Ten en cuenta si las medidas de la barrera se adaptan a los espacios que queremos cubrir.
- Nunca utilizar vallas antiguas con forma de acordeón. Se comenzaron a retirar en 1985 por el peligro que encierran por posible estrangulación.
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